04 agosto, 2016

LOW FESTIVAL 2016. DOMINGO. La crónica menos blogger de una blogger.


Domingo


El domingo fue intenso, y en principio no teníamos ningún imprescindible en mente, fuimos un poco por impulsos, pero no paramos.


Missy Sale
Los fotógrafos en el foso. Solían estar unos 10 minutos al comenzar el concierto y después se iban a cubrir otro espectáculo.

Llegamos un poco más tarde de lo que pensábamos y llegamos cuando ya había empezado el concierto de Mucho -escenario Matusalem-, si los buscáis mejor ponéis “Somos Mucho” la sociedad ilustrada de lo cósmico, podéis leer sus andanzas en su blog, os lo recomiendo muy mucho.
No sabría describir su música, ya os he dicho que sólo tengo dos listas en mi cerebro “Me gusta” y “No me gusta”. Os puedo decir que son muy salaos, y presentan cada canción, cosa que si no eres un fan viene muy bien. Su nuevo disco se llama “Pidiendo en las puertas del Infierno” como declaró que se sentía el cantante debajo de su manta zamorana, y me salió un momento madre pensando “alma cándida, quítate el poncho, que hace calor y te vamos a querer igual”. Hay veces que me doy miedo.


Missy Sale
Mucho en el Low Festival 2016

Mucho
Fue en directo en Disco Grande Radio 3

Corriendo a ver a Xoel López, anteriormente conocido como Deluxe. Reconozco públicamente que dejé de seguirlo al cambiar de nombre, no porque no me gustase el suyo, es que sus discos eran muy lentos, no encontraba esa guitarra atronadora que escuchaba en Deluxe. Me pasó lo mismo con las canciones seleccionadas para la lista de Spotify del LOW Festival. Ains amigos, pero todo cambia cuando ves un directo suyo, sinceramente es un imprescindible. Se marcaron una canción instrumental al más puro estilo Santana que me puso los pelos de punta, y ese solo a lo Jimmy Hendrix, con raspado de cuerda con los dientes incluido.
Sus canciones mejoran, y mucho, en el escenario, las hace más alegres, y contagia al público. Igual soy yo que me dejo influenciar mucho, pero ver a la gente de encima del escenario pasárselo bien hace que yo también me lo pase bien, es como una fiesta privada a la que te invitan y todo el mundo te acoge con los brazos abiertos. Un poco así me sentí en este concierto, como la hija pródiga que vuelve y que sólo ve que buenas caras.


Missy Sale
Xoel López en el Low Festival, 2016

Cuando tocó “Que no”, uno de los himnos de mi vida, volvió a hacerme estremecer y gritar cual poseída.

Noel López en su época como Deluxe
Que no

Al salir de ver a Xoel López, extasiada por haber vuelto a reencontrar a esa guitarra, nos quedamos escuchando a EstereoBrothers DJ's. Hacen combinaciones un poco locas para la pista de baile, te ponen una de Dire Straits, otra de Michael Jackson, escuela de calor de Radio Futura, una que no conozco de nada -pero que seguro que es conocida-. Sólo digo que estuvimos toda la sesión anclados al escenario Jägermusic. Más majos que las pesetas que uno de ellos bajó para saludar a unos amigos y todo, y cuando estaban acabando la sesión se pusieron a bailar delante de la mesa de mezclas -¿se sigue llamando así, o ahora es el Mac de las mezclas?-.


Missy Sale
EstereoBrothers DJ's en el Low Festival, 2016

Y como si hubiese pasado algo, vino una marabunta de gente, y es que comenzaba la sesión de Cheese&Bacon DJ's, que parece que tienen una legión de fans. Me hubiese quedado más rato pero sólo estuvimos el principio.


Cheese&Bacon DJ's
SIW Aftermovie

Me teletrasportaron otra vez, esta para ver a Pablo Und Destruktion. Vamos a ver, seguro que tiene una denominación su música, como rock-folk con toques de batería y sintetizador. Sinceramente, me inquieta su música, no sé si es su intención, pero conmigo lo consigue. Y las letras me da la sensación de estar ante una poesía de las vanguardias de principios del s. XX.
Lo que más me alucinó es cómo tocaba la guitarra acústica uno de sus músicos, como si fuese un chelo.


Missy Sale
Pablo und Destruktion y su banda en el Low Festival, 2016

Pablo und Destruktion
A veces la vida es hermosa 

Por cierto la única que conocía y no la cantó :(
Tenía una violinista entregada a cada una de las melodías, y no sé si la cara que ponía era que le gustaba mucho lo que estaba haciendo o le gustaba mucho con quien estaba tocando.
No es mi estilo, aunque reniego de lo que me dijo un amigo, que me espetó que soy muy mainstream, nunca me habían insultado en otro idioma, y encima con cara de inocencia. Habrá que quererlo porque es amigo, que si lo acabase de conocer no volvía a mirarlo a la cara. De todos modos he de reconocer que Pablo tiene una voz inquietantemente atrayente, tanto que una chica de la primera fila le puso en el móvil “quiero un hijo tuyo, quiero que sea varón”, que supongo que saldrá en una de sus canciones, a parte de ser, posiblemente, un deseo de la fan.


Missy Sale
Pablo und Destruktion en el Low Festival, 2016

Missy Sale
Pablo und Destruktion y su banda en el Low Festival, 2016

Era hora de tomar un bocado para poder resistir, nos hicimos unos nachos y un chorizo criollo. Definitivamente los asadores argentinos se han convertido en mis preferidos en esto de los festivales. Que no es que los nachos no estuviesen bien, pero ese chorizo criollo con chimichurri era de extasiar. Y qué mejor manera de cenar que tirados en el cesped y escuchando a Marky Ramone -que yo creía que era el único vivo que quedaba, y parece ser que no-. Ains esto de ser mainstreaming es lo que tiene, que no te enteras de nada -maldito amigo-.
El concierto, pues bien, sonaba como las grabaciones que he oído de Ramone's, y me sentí como esos niños con el uniforme de colegio que salen en la actuación que hicieron en el programa Aplauso de TVE1, y que ponen en Cachitos de Hierro y Cromo. Era raro cenar con un Ramone a unos metros de ti, parecía no pegar mucho, como un niño en una actuación de Ramone's.

Ramone's
Hey! Oh! Let's Go!!!

Emigramos para ver el concierto de Vetusta Morla. Lleno hasta la bandera, había más gente que en el concierto de Los Planetas.
Había gente de todo tipo y condición, me sorprendió ver a un chico con pantalones de tenista, a lo Santana cuando ganó Wimbledon, una camiseta cortada de Queen, y el pelo como en la película “Dos tontos muy tontos”, vamos que me sentí una pija del barrio de Salamanca. También vi a los DJ's Cheese&Bacon en el campo de fútbol. Vamos que todos los artistas no van a la zona VIP, está bien saberlo.
Y después del momento fashionista/curiosidad-malsana voy a confesar algo que me tachará de mainstreaming, o peor, y es que hay grupos de lo que denominan en Spotify “pop español” que confundo. Si no son canciones muy míticas, o que me gustan mucho confundo a un montón de grupos Supersubmarina, Miss Caffeina, Vetusta Morla, Izal,... lo malo es que me gustan, pero soy incapaz de distinguirlos cuando los oigo en canciones nuevas así a lo loco, sé que me gustan, pero no consigo ubicar la canción con el grupo. Y eso que cada uno tiene un estilo, pero mi cerebro los tiene todos bajo la misma etiqueta y no hay manera que se cree un vía nueva de pensamiento.

Vetusta Morla 
Fuego

No había visto nunca a Vetusta Morla en concierto y la intensidad de la actuación de Pucho -Juan Pedro Martín- me cautivó, era la personificación misma de las canciones. Muy buen espectáculo, y la gente estaba rendida a cada una de las canciones. Cuando Pucho decidió quitarse el pinganillo y cantar con el público se desataron las gargantas.
Yo lo vi desde las gradas, cómodamente como una señorona, que no me daba el calor para estar en medio de tanto fan de verdad, no como yo que soy una seguidora despistada.

Y de un grupo que confundo a otro, Miss Caffeina. Espero que a partir de ahora consiga distinguirlos y no quedar como una incultivada cual patata del Orinoco. Gracias a la lista de novedades semanales tenía un poco más claras las canciones del nuevo disco y me sentí menos perdida.
Impresionante su reinterpretación del reggaeton. Contaron que estuvieron un año sin tocar, y al volver se encontraron que lo que quería la gente era reggaeton, así que ni cortos ni perezosos se pusieron a hacer su versión de este tipo de música. Bueno pues si eso fuese el reggaeton Erika tendría una compañera de fantarrias para cada fin de semana.
Optimista, es como definiría la actuación de Miss Caffeina, o por lo menos yo salí de allí con una sonrisa.

Miss Caffeina
Mira como vuelo

Otro grupo que si hay que verlos, pues voy a verlos, pero que me cuesta un poco de escuchar -a ver si al final si que voy a tener un gusto del montón, miedín me estoy dando-, es El Último Vecino. A este grupo también lo había escuchado en un disco de marzo de la revista Rockdelux. Las letras son inquietantes, y para una que me conozco -Un sueño terrible- dicen que la van a quitar del repertorio, siempre me quedará “La Casa nueva” que me sonaba de algo, no sé de qué.

Vídeo subido a Youtube por Juan Carlos Ros Muñoz
Mi casa nueva

Pero eso no es lo que me sorprendió más, lo que me sorpendió más fue que el chico con los pantalones de Santana que había visto entrar delante de mí al concierto de Vetusta Morla era el cantante de El Último Vecino. Ains y yo criticando su peinado y sus pantalones a lo Santana. Al final nunca sabes si el que tienes al lado es un artista invitado -bueno sí, si lleva una pulsera roja con un número es artista o técnico del escenario principal, si lleva el 1, del segundo escenario si lleva el 2,...- pero ¡yo no me fijé en la pulsera!. Si no lo contáis por ahí yo no diré nada.

Nos pasamos a ver a Javiera Mena, y la verdad es que creo que fue la segunda mujer solista que vi encima del escenario en todo el fin de semana -la otra fue Peaches-. Hace música muy bailable, y después de las melodías oscuras de El Último Vecino, me vino muy bien. Y de repente presenta a El Último Vecino con quien había hecho una colaboración -si cuando meto la pata la meto de verdad-. Pongo una cara de frío por no llorar.



Javiera Mena 
Otra era

Y el último concierto al que me llevaron fue a ver a Trajano!. Que majo que nos agradeció estar a esas horas en el concierto. Confieso que se me hizo eterno, pero seguro que no fue por ellos, era porque me quería sentar, pero descubrí que bailar como una descosida ayudaba a que los pies doliesen menos, y a descargar tensiones de las piernas. No me quedó más remedio que darlo todo.
Lo siento componentes de Trajano! por no haber hecho mucho caso a vuestra actuación. Sin embargo puedo decir que me recuerdan un poco a la voz melancólica y profunda de Germán Coppini, pero tal vez fuesen imaginaciones mías.


Trajano!
Cristales

Y como el escenario Budweiser está enfrente de la salida nos pasamos a ver el final de la actuación de Miami Horror mucho más animado, vamos lo que a uno le apetece escuchar cuando son las 5 de la madrugada, algo alegre, sin pretensiones de hacerte pensar mucho, y con mucho ritmo.
Al final tendré que darle la razón a mi amigo que me llama mainstream. Que cruz tengo por ser una ignorante y no precisamente ilustre.

Miami Horror
Real Slow



Datos de interes

Este año no había pulsera inteligente, este año había moneda propia, los Token, cada uno valía 2,5 €
Los precios:
Vasos, cualquier vaso 1 Token -1,5 €-
Pinta de cerveza (750 cc) eran 3 Token -7,5 €-
Refrescos 1,5 Token -3,25 €-
Bocadillos 2 Token -5 €-
Nachos 2 Token -5 €-

Y con esto me despido de los macro-festivales de verano. Os echaré de menos.




No hay comentarios:

Publicar un comentario